Hay lugares que durante el día están llenos de gente y que durante la noche guardan un oscuro y misterioso secreto. Les hablamos del caso sobre el aparcamiento de las Escuelas Pías en pleno corazón de Sevilla, en la céntrica plaza Ponce de León se encuentra este edificio encantado con cuatro plantas subterráneas .y de sus curiosos habitantes que parecen querer asustar a los trabajadores del turno de noche de aquel inmueble.
Para entender esta historia nos tenemos que remontar hasta el año 1.933, etapa en la que comenzó la guerra civil española y en la que comenzarían los brutales asesinatos y fusilamientos en toda nuestra piel de toro.
Tan sólo tres años después, en 1.936 ya nos aguardaba la friolera cifra de 6.832 asesinatos, todos ellos relacionados con personas vinculadas con la iglesia como sacerdotes, obispos, religiosas, etc. Dos de estas personas de las tantas asesinadas serán las protagonistas de nuestro caso.
Concretamente un sacerdote que habitaba el lugar en la antigüedad y una joven que era perseguida por las tropas de la guerra por su estrecho vinculo con la iglesia y con el catolicismo.
Antiguamente, donde hoy día se encuentra el famoso aparcamiento, había un colegio perteneciente a la fundación de San Jose de Calasanz y que tenía el nombre de Escuelas Pías, de ahí el actual nombre de la calle y de dicho inmueble.
Aquel lugar era sitio de peregrinación a escuchar misas, puesto que en el interior del antiguo edificio había una capilla. No sólo hubo un colegio, de hecho dentro de este colegio, existía un convento donde numerosos religiosos y sacerdotes vivían tranquilamente en paz y en armonía.
Vamos a remontarnos a una mañana del mes de Noviembre del año 1.936.
Aquel sacerdote era conocido como un hombre bueno y amable con todo el mundo, de hecho, intentaba ayudar a todo aquella persona que iba a visitarle con algún problema a aquel convento. Hasta aquel día, siempre ayudo a todo el mundo y nunca le salió nada mal, pero ese día de Noviembre cambiaria su vida y la de una joven sevillana. Aquella chica de tan solo veinte años de edad huía de una persecución que estaban llevando a cabo aquellas tropas de la guerra contra ella.
Esta mujer huyó corriendo de aquellos hombres que sin duda querían terminar con su vida y terminó en aquel convento, del cual salió aquel hombre a intentar ayudar a la muchacha. Pero ese intento de salvar la vida a aquella pobre joven no le saldría bien al sacerdote y las tropas llegarían hasta la puerta de aquel convento. Ya nada se podía hacer para intentar esconder a la chica y terminarían asesinándola tanto a ella como al buen sacerdote en lo que fué el asesinato más sonado de aquellos tiempos.
Años más tarde y como consecuencia de todo aquello, aquel antiguo colegio-convento sería desalojado para siempre y quedado en desuso durante varios años, hasta que en el año 1.968 compraría aquel lugar la inmobiliaria Osuna y comenzarían las obras para poner en aquel sitio el hasta hoy día aparcamiento embrujado.
Cuando decimos embrujado, lo decimos con todo el significado de la palabra, por lo menos, eso nos dicen los actuales trabajadores del lugar,los cuales parecen convivir con lo imposible. Y no es porque estos trabajadores hayan hablado de nada de lo que allí ocurre. De hecho dentro del lugar cuando una hemos ido a preguntar nos encontramos con el más absoluto de los silencios.
Pero vamos a trasladarnos a la actualidad, a lo que en el interior de aquel lugar está pasando en pleno siglo XXI, en pleno año 2.011.
Muchos son los fenómenos que durante los turnos de noche ocurren entre las diferentes plantas del aparcamiento, pero como en casi todas estas historias, siempre queda un antiguo trabajador que nos sirvió como testigo de excepción. Este hombre fué a cubrir como empleado de la limpieza,unas simples vacaciones de verano de dos semanas y no pudo contener su miedo y su sorpresa al empezar a vivir experiencias extrañas en el interior de este edificio.
El nombre del protagonista y testigo es Rafael, que vivió con bastante miedo todo lo que en el interior de su lugar de trabajo le estaban pasando tanto a él como a sus compañeros y lo que cuenta es realmente escalofriante.
El primer hecho extraño que nos relata Rafael ocurrió el mismo día en el que comenzó a trabajar en aquel antiguo convento ,una noche de verano del mes de Agosto, concretamente el 16 de Agosto del 2011. Se encontraba en la planta -4, es decir, en la última planta del céntrico parking de la capital andaluza. Allí estaba puliendo el suelo subido a su máquina pulidora y escuchando como cada noche por uno de los oídos su programa radiofónico favorito. Evidentemente decimos por un oído por que el otro lo tenía libre por su algún compañero le pudiera necesitar en cualquier momento. Tras estar subido en la máquina durante quince minutos, escuchó como alguien lo llamaba por su nombre: “Rafa”... éste, creyendo que era el vigilante de seguridad del lugar que estaba haciendo una ronda por el interior del lugar, giró su cabeza hacia atrás...Allí no había nadie, tan solo, un lugar solitario con las luces medio apagadas. Ni siquiera había coches en aquella última planta.
Creyendo que era imaginaciones suyas, pensó que aquello no podría ser nada ni nadie y siguió realizando su trabajo subido a aquella moderna máquina. Pasados unos cinco minutos, volvió a escuchar esa extraña voz masculina, con tono un poco ronco que le volvió a decir lo mismo que en la anterior vez: “Rafa”... Ahí, ya pensó que alguien efectivamente le había llamado,aquello que había escuchado no era producto de su imaginación y volvió a girar la cabeza hacia atrás convencido de que alguien físico había en el lugar,de nuevo se volvió a encontrar con la más absoluta tranquilidad en aquella -4 planta. El chico entró en un estado de nervios que poco más pudo hacer que dejar la máquina aparcada en un rincón de la planta -4 e irse del lugar lo más ligero que pudo.
La primera reacción de Rafael fué subir hacia la primera planta del aparcamiento; preguntó al vigilante de la puerta si él había bajado para algo. La respuesta fué negativa.
Aún más extrañado todavía pero bastante más asustado, el joven prosiguió esa noche con su trabajo y aquella noche no volvió a repetirse ningún fenómeno.La tranquilidad fué efímera ya que tan solo tendría que esperar dos días más tarde para ser testigo de otra de las cosas más insólitas ocurridas allí.
Esta vez no fué en la última planta.Mientras se encontraba en la planta -2, haciendo lo de siempre, limpiando todo el suelo de aquel lugar, decide coger el ascensor para ir una planta
más arriba, la -1, pulsa el botón del ascensor y nuestro protagonista nota como el ascensor tarda más de la cuenta en bajar hasta esa planta.Tampoco le da más importancia de la que tiene, puesto que posiblemente, pensó que podría haber clientes en el lugar y lo podrían estar utilizando.
Al llegar éste a la planta donde se encontraba Rafael, éste entra dentro de él y pulsa el botón del -1, pero el ascensor parece no estar funcionando bien.
Por más que pulsaba el botón, aquel elevador permanecía quieto en aquella planta. Los ascensores tiene una especie de sensores que no permite cerrar la puerta cuando hay alguna persona física justo en el lineal de las hojas corredizas del ascensor. Aquello parecía estar sucediendo en aquel instante,el único interrogante era ¿quién estaba situado justo enmedio de las puertas del ascensor? alguien físico no podría ser.De nuevo el joven trabajador comenzó a pensar en aquello que le había ocurrido dos días antes y, automáticamente, comenzó a sudar nervioso y preso del miedo.
Tras estar allí parado insistiendo en subir a la planta -1 más de medio minuto, el ascensor cierra sus puertas.Todavía le quedaría a nuestro protagonista un nuevo hecho extraño que vivir; El ascensor,en vez de subir a la planta que el joven había marcado en la botonera,comenzó a bajar de planta hasta llegar a la planta -4, planta donde el limpiador había vivido unos hechos extraños días antes. El ascensor para en aquella planta y se abre sus puertas, pero allí no había nadie. Tan sólo un silencio que helaba la sangre.
Rafael no quería pensar que allí estuviera pasando algo paranormal,de hecho, es una persona completamente escéptica, no creía en nada relacionado con fantasmas ni nada por el estilo. De buenas a primeras, y sin que el muchacho tocara un botón del ascensor, éste comenzó a pasar planta por planta sin parar, de la -4 se iba a la -3, de la -3 de iba a la -2 y así
durante aproximadamente unos cinco minutos. De arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba sin control alguno… sin que Rafael pudiera hacer más que quedarse atónito a lo que allí, en el interior del ascensor,estaba viviendo.
Cuando el elevador quiso parar solo y abrió sus puertas, inmediatamente este chico salió como alma que lleva el diablo de aquel aparato infernal para dirigirse a las escaleras. Cuando subió hasta arriba del todo, fué en busca del vigilante de seguridad para contarle lo que le había ocurrido mientras trabajaba en esa planta. El vigilante,lejos de asustarse y de sorprenderse por lo que su compañero le estaba diciendo, solo lo calmó. Tras varios minutos hablando de lo sucedido, la respuesta del vigilante de seguridad fué clara y contundente: “Pues te tienes que ir acostumbrando porque aquí pasan cosas todas las noches”.El gesto de Rafael cambió radicalmente lleno de miedo y contradicción.
Además, aquel vigilante le contó que allí ocurrían cosas que no eran normales y que tendría que acostumbrarse a vivir con aquellos hechos extraños y que precisamente a él, le habían pasado vivencias completamente inexplicables en aquella garita de vigilancia de unos 15m² .
Uno de los hechos extraños que vivió aquel guarda, fué el poder contemplar por sus propios ojos y ante más testigos, compañeros de la limpieza, como se desplazaba un lapicero de una punta de la mesa a la otra sin tocar ni siquiera la base de madera de aquel escritorio. Otros de los hechos relatados por aquella persona fué el extraño comportamiento de las cámaras de seguridad de todo el interior del parking, incluso en los monitores donde se podían ver las imágenes de aquellas cámaras, aparecían unas especies de rayas en su mitad, como si algo estuviera haciendo interferencias.
Otro hecho fué el extraño movimientos de objetos en el interior de la garita de seguridad mientras el vigilante daba sus rondas por el interior de las cuatro plantas. Las cosas se cambiaban de sitio solas, sin que nadie tuviera acceso alguno al interior de aquel despacho.Amén de contarle el vigilante, que los ascensores durante la noche comenzaban a funcionar solos como si alguien se pasease en su interior.
Poco a poco fué tomando un poco de conciencia aquel nuevo trabajador y fué mentalizándose de lo que le esperaba en aquellas noches de trabajo.
No duró mucho tiempo más allí aquel chaval de la limpieza.Sólo hizo su jornada de sustitución y al terminar los quince días se fué de aquel lugar.
Este chico decidió ponerse en contacto con investigadores de lo paranormal casi a los dos meses de lo sucedido para explicarles lo acontecido en el interior de aquel lugar . Al saber por parte de él lo que fué aquello en la antigüedad, el nos contó que era un antiguo convento como hemos indicado en el princípio,una vez investigado su pasado.
El joven no tenía constancia de quién o quienes fallecieron en el lugar. Aunque dijo una cosa muy curiosa. Los propios trabajadores del aparcamiento, hacía casi un año habían llevado al interior del aparcamiento a una médium para que les intentara averiguar quien estaba provocando estos fenómenos extraños en el interior del lugar. Ella desde primera hora les dijo a aquellos trabajadores que allí se encontraba el espíritu de una mujer y su hija pequeña.
Los investigadores por su parte, decidieron ponerse en contacto con una colaboradora suya que tenía mucha capacidad de videncia con las cartas del tarot. Esta mujer les confirmó que allí, efectivamente, se encontraba el espíritu de un antiguo sacerdote que habían matado en aquel lugar y de una joven, que fue perseguida y ejecutada allí mismo. Ahí se aclaró todo lo que este ex trabajador contaba sobre esa voz de hombre que le susurró su nombre al oído.“En su tercera planta sótano se pasea un espectral señor de negro del que nada se sabe”
Al haber contado esto a los investigadores en un lapsus de tiempo largo,por más que quisieron contactar con aquel vigilante de seguridad y con la empresa que llevaba el parking, no pudieron obtener una respuesta positiva.
De todas formas estos investigadores están dispuestos a hacer una buena investigación de campo.
Fuentes: Diarios del misterio.
http://limitesdesconocidos.blogspot.com.es/2012/07/fantasmas-en-escuelas-pias-de-sevilla.html
Fotos: Google y http://elpasadodesevilla.blogspot.com.es/2012/03/escuelas-pias.html
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